lunes, 5 de diciembre de 2011

Las S.A a debate


Sin lugar a dudas, manteniendo este ritmo de producción mundial pronto los recursos disponibles estarán prácticamente agotados y la contaminación medioambiental hará de la Tierra un lugar insuficiente para satisfacer las necesidades  mínimas. Es urgente, prioritario e innegable, que las decisiones políticas giren a favor de un decrecimiento económico sostenible.

Muchas de las personas que están padeciendo esta crisis económica echan la culpa al sistema capitalista en general, sin reparar que la filosofía de este sistema no contempla algunas argucias, interesadas, que lo han brutalizado enormemente. Un ejemplo ilustrativo son las S.A (sociedades anónimas). No parece, en principio, que ninguno de los postulados capitalistas exija la constitución de este ente jurídico que exime de responsabilidad personal a los propietarios de una empresa por las deudas que contrae.

Real Decreto Legislativo 1/2010 de 2 de julio “En la sociedad anónima el capital, que estará dividido en acciones, se integrará por las aportaciones de todos los socios, quienes no responderán personalmente de las deudas sociales”.

Los accionistas, es decir los socios, no tienen que responder con su patrimonio personal por las deudas de su empresa, más allá del valor de sus acciones. A efectos prácticos se les exime de responsabilidad civil y penal por la actividad de su empresa.

    La familiarización con esta figura jurídica ha impedido apercibirnos de las catastróficas consecuencias que ha traído su implantación para la ecología. Con las S.A la relación mercantil entre el ciudadano y la sociedad se ha desnaturalizado dando lugar a monstruosas entidades anónimas con un enorme poder autónomo que dictan las condiciones del mercado en las que se desenvuelven. De la libre competencia se ha pasado a unos acuerdos tácitos de mercado que impiden desviar la demanda fuera de los intereses de estas empresas. La mayoría de los gobiernos del mundo entero se ponen al servicio de estas multinacionales para mejorar o mantener su PIB. Los países pobres o débiles son corrompidos, o ceden a la tentación consumista impuesta por ellas, a costa de sus recursos naturales y de un endeudamiento permanentemente. La seguridad mundial está hoy en manos de estas multinacionales anónimas cuya única finalidad es especular con riesgos prescindiendo de valores morales –en su afán por maximizar beneficios–. Al alterarse el equilibrio mercantil entre la elección libre del inversor y la responsabilidad que asume, se han propiciado empresas anónimas de grandes capitales que han absorbido o derrotado en general a empresas medianas y pequeñas.

   Cuando invertimos en productos financieros estamos comprando partes de empresas con toda su estructura: lo que tiene y lo que debe. Parece insustancial que no asumamos personalmente las consecuencias que generan estos activos. No puede desligarse la propiedad de su propietario, son adyacentes. Ningún  perjudicado interno o externo ­–trabajadores o proveedores– puede reclamar judicialmente a los propietarios, por las deudas que ha generado una S.A quebrada, inmuebles, fincas, vehículos, joyas, pinturas y un largo etcétera de pertenencias personales aun si dependiera de ello su supervivencia. En adición, la mayoría de las veces, las protecciones legales con el fin de alargar la vida de estas empresas, hace que cuando quiebran definitivamente, sea nada o casi nada lo que los perjudicados puedan cobrar por su valor residual.

   ¿Cómo sería el mundo si cada ciudadano fuera responsable directo del empleo que se hace con su dinero?. ¿Que sucedería si cada ciudadano tuviera que pagar personalmente por los daños que ocasiona la actividad de su dinero?. ¿El propietario, no debería asumir por igual los beneficios que le reporte una empresa como los perjuicios que ocasiona?. Si los socios de una S.A tuvieran que responder personalmente por la actividad de su empresa, ¿se arriesgarían los socios minoritarios a que los socios mayoritarios tomaran por ellos las decisiones que les incumben?. ¿Se arriesgaría el ciudadano de la calle que invierte en productos financieros a que le exijan responsabilidad personal y civil por las pérdidas y los litigios de las S.A en las que ha invertido?. ¿Se arriesgaría el inversor de bolsa a afrontar penas que significan incluso cárcel por las actividades irregulares de las empresas en las que invierte?

    A la cabeza de las S.A hay “marcas” cuya única finalidad es maximizar el beneficio al mínimo riesgo. La mano invisible que dirige el movimiento de la bolsa se rige sobre este principio que despersonaliza la propiedad.  La erradicación de las S.A impediría a las grandes corporaciones actuar sin escrúpulos ante situaciones moralmente reprobables. Impediría dimensionar las empresas por encima del control directo de los accionistas en la gestión. Y si atendemos a la lógica de este sistema, el riesgo adicional que sufrirían los accionistas por su implicación “personal” en la actividad, resultaría en una mayor búsqueda de seguridad en detrimento de los beneficios esperados.  Tal vez los mercados se repoblarían de medianas y pequeñas empresas “humanizadas” encorajadas por la posibilidad de competir con las grandes corporaciones, incapaces de sostener ya sus grandes estructuras ante la expectativa de un beneficio menor.

   Concluyendo; ya que por ahora no disponemos de una alternativa consistente al neoliberalismo, denunciemos enérgicamente aquellas argucias interesadas que lo han deshumanizado conduciéndolo a extremos insostenibles para la vida en este planeta. 


1 comentario:

  1. Estimado.
    Es esta una de las mejores definiciones sobre la actual política socioeconómica que he escuchado en toda mi vida, felicidades Hans, sobre todo por la sorpresa que ha supuesto saber de ti despues de tanto tiempo, pero la sorpresa mayor es sobre mi ignorancia de tus dotes intelectuales.+
    Como bien dices,(he leido casi todo el blog), la diferencia entre conversar en vivo y escribir conlleva factores que permiten entender mejor el trasfondo de las personas, que suman la buena comprensión en la alternancia de ambas formas.
    El interés compartido se recibe de modo que las emociones influyen mucho más serenamente haciendo posible una mejor comprensión-aceptación de aquello que queremos entender. de nuevo agradecido. mi afecto incondicional. J.Lucas

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