sábado, 22 de febrero de 2014

ELIMINANDO CAPAS


Capas de intermediarios entre el árbol frutal y mi plato.
Capas de tecnología entre mis amigos y yo.
Capas de petróleo entre la naturaleza y mi barrio.
Capas de contaminación hasta el cielo.
Capas de ozono que desaparecen.
Capas de informativos entre lo que sucede y lo que me entero.
Capas de inversores entre el banco y mi bolsillo.
Capas de pesticidas entre la cesta y lo que muerdo.
Capas de látex en el mejor momento del amor.
Capas de impuestos entre la corrupción y los contribuyentes.
Capas de hipocresía entre lo que dicen y lo que hacen.
Capas de publicidad entre lo que gusta y lo que se compra.
Capas de grasa hasta el peso recomendado.
Capas de pintura en los materiales naturales.
Capas de barniz entre la verdad y la mentira.
Capas de formularios para solicitar ayudas.
Capas de asfalto amagan la naturaleza de la tierra.
Capas de mandos entre los que dictan y los que matan.
Capas de extrañeza entre los electores y sus dirigentes.
Capas de incredulidad ante lo que sucede a diario
Capas de conformismo entre lo que se quiere y lo que hay.
Capas de césped entre la injusticia social y la 'afición' narcotizada.
Capas de textos entre el filósofo y su percepción directa.
Capas de experiencia marchitan la frescura del niño.
Capas de polvo en los deberes olvidados.

Decapar es exigir autenticidad.

joanbahr@ymail.com

4 comentarios:

  1. Descapar con cuidado, para que al desenganchar el pegamento que apega las capas a lo auténtico, no se rompa la fragilidad del ser que ha dejado de nutrirse encapado de identidades falsas. La verdad puede doler, y al quitar las capas para que aparezca la belleza de lo auténtico, debemos inundar de amor al ser que yace asustado en el interior, porque teme ser herido de nuevo.

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  2. ¡¡¡Qué bueno, Joan!!!

    Hay que decapar, sin duda, y, como dice Miriam, inundando de amor al ser que yace asustado en el interior. Las capas, al fin y al cabo, han sido construídas a causa del miedo…

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  3. Sí, verdaderamente, con amor, sin violencia. Debemos acompañarnos en esta empresa.

    Sin desistir por el abatimiento; de lo invisible aparecen fuerzas supletorias que premian el coraje y la entereza por la decisión de activar una vida con sentido propio.

    Del otro lado del túnel clarea la luz del día.

    Gracias por vuestros comentarios

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  4. El problema yace en lo que dijo el poeta Thomas S. Eliot, "El ser humano no es capaz de soportar demasiada realidad".

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